sábado, 20 de septiembre de 2008

La Catedral y su tejado





Subir a la Catedral es un acierto. Es verdad que aún diciendo que en ese momento éramos estudiantes nicaragüenses (con un papel firmado por el Rectorado de la UNAN). A la mujer que daba las entradas no le convenció y nos dijo: "- es que no sóis estudiantes nicaragüenses" y fue en plan... si nos pasa algo, la UNAN responde por nosotros. Estamos con ellos en un program de Cooperación. "-Ya pero..."




Sin ser bruta, ganó el aspecto. Eso se llama racismo; ya que una chavala estudiante de la UNAN pasó dos minutos antes que nosotras, costándole la entrada dos dólares en vez de cuatro... pero es que claro, tenía "pinta de nicaragüense"... y nosotras éramos unas chelitas ("blancas").




Es cierto, que aquí tenemos dinero. Pero ellos piensan que somos tan ricos, que los dólares los fabricamos. Es una mierda que a veces te timen, pero yo en su caso, sin información, supongo que también lo haría. No sólo me timaron una vez, pero bueno...




Lo mejor de todo es que debe haber un guía, ya que es peligroso subirse así por las buenas... pues nada, te da unas indicaciones al principio: "no camines cerca de las cúpulas" "no te apoyes sobre ellas, ya que podrían caerse" "no se acerque a la barandilla: podrían lastimarse" "que disfruten de la visita".
Nicaragua es así, nada tiene peligro, y todo funciona así, naturalmente...

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